sábado, 29 de octubre de 2011

Su peso en oro.

El otro día viendo el partido Wolves-Swansea (que por cierto los locales metieron dos goles en dos minutos allá por el minuto 85 para terminar empatando) de repente cuando el balón llego al delantero del Wolves me quede asustado, ¡¡Qué gordo estaba!! Cierto es que dijeron que acaba de salir de una lesión pero también creo que esa es su anatomía. El futbolista en cuestión se llama Ebanks-Blake de 25 años, ha sido dos veces máximo goleador de la Championship y digamos que cuando corre parece que en cualquier momento se va a poner a volar con esos movimientos de brazos tan raros.
Esto me recordó a la cantidad de gorditos que hay jugando en la élite como Andy Reid ahora está en el mítico Nottingham Forest, pero en su época del Sunderland estaba  y sigue estando muy pasado de forma, pero su figura no es impedimento para que tenga una zurdita de mucha técnica.
Otro que no debe faltar es Adriano, el brasileño se dio a la bebida y a sus fiestas tratando de olvidar la muerte de su padre, el Emperador deslumbro a Europa en 2004 en la Copa América y en la Champions, especial atención a sus siete goles en el campeonato suramericano y a su actuación en Mestalla donde gano 1-5 con ese mítico caño ruleta incluida a Navarro. A partir de ahí todo fue de mal en peor, a excepción de su año en el Flamengo, continuo con el mismo aspecto, en la Roma llego a pesar más de 100 kilos. Personalmente me encanto este jugador cuando estaba en forma, con 29 años todavía es recuperable.
También esta Chilavert, uno de los porteros más excéntricos que ha habido, el que tiraba las faltas en Paraguay y marcaba, el que escupió a Roberto Carlos y al que Scolari definió como “un gordo de 400 kilos”.
Neville Southall, es como la clásica versión persona gordita y graciosa pues así fue esta leyenda de Inglaterra, el ex-portero del Everton durante 15 temporadas, en sus inicios era como todo jugador pero con el paso de los años su estado físico se fue deteriorando hasta llegar a lo siguiente:

Existen tantos otros futbolistas famosos por sus barrigas como Fabianni, Faubert, Cassano, Puskas y Jeroen Verhoeven.
No podía terminar esta entrada sin incluir al número uno de todos, Ronaldo, el mejor de todos ellos sin ninguna duda, que feliz era en Madrid, marcaba goles, entrenaba lo justo, salía, entraba, volvía a salir y así hasta que llego Capello y lo sentencio. Hace unos meses Florentino comento "A Ronaldo no le gustaba entrenar. Para él con jugar los miércoles y domingos era suficiente". Genio y figura.

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